Un pensamiento no puedes cambiarlo, ya que se trata de algo cerrado que pertenece al pasado, aunque sí puedes reflexionar sobre él desde el presente. Para poder hacer cambios has de trabajar con el pensar, es decir, con el proceso mediante el cual generas tus pensamientos y esto también lo puedes hacer desde el presente.
Algo más que «bailar»
Si ahora pasas de un pensamiento a un acontecimiento, te encontrarás igualmente incapacitado y, a la vez, capacitado para los cambios: el acontecimiento, al ser algo cerrado y perteneciente a la esfera del pasado, no te permite intervenir sobre él, aunque sí podrás reflexionar sobre él en el presente. Al igual que con el pensar, puedes trabajar con el acontecer y con el suceder y, estando presente en el proceso, puedes «bailar con lo que te acontece», lo mismo que puedes «bailar con lo que piensas».
Continuando con la metáfora de bailar y si te animas a guiar en el baile, ¿te animarías también a «guiar tu pensar» y a «guiar tu acontecer»? Es cuestión de probar, ¿no te parece? Tal vez cambies futuros pensamientos y futuros acontecimientos.
Nota: La imagen corresponde al cuadro «Baile en Bougival» del pintor Pierre Auguste Renoir.